“Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” Hebreos 11:27
En este capítulo vemos un cuadro de hombre y mujeres que nos muestra aquel aspecto en sus vidas que hicieron que marcaran la diferencia en su caminar con Dios, el lente de la fe sustentada en las palabras, planes y propósitos de Dios, les permitió ver más allá de su fragilidad, medio ambiente, recursos y todo tipo de contrariedades, oscuridad o tinieblas, distintas formas de oposición, aún así por la fe se sostuvieron, se mantuvieron firmes conectados con la fuente de poder de sus fuerzas, la fuente de saber que guiaron sus pasos, el Dios de fe, que ve el fin desde el principio, ¡Se sostuvieron como viendo al invisible! desarrollaron su confianza en Dios y descansaron en la esperanza de ver su gloria, pudieron comprobar la fidelidad de Dios en todo tiempo. No eran super hombres, experimentaron flaquezas, debilidad, dudas, temores, soledad, cansancio y distintas necesidades; pero se fortalecieron en fe, si examinas la historia te darás cuenta que no difiere mucho con respecto a nosotros, me hace recordar a aquellas palabras de Pedro (1 Pedro 5:8-9); que los mismos padecimientos se repiten en los creyentes de todo el mundo. Se sostuvieron por la fe a pesar de la realidad y un enemigo que ruge: ¡no vas a poder, no vas a salir, no lo vas a alcanzar, vas a fracasar, pero resistieron firmes en la fe. El Espíritu nos habla en medio de cada situación, y nos invita a fijar nuestros ojos en Jesús. Según Hebreos 11:2-3 “Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”; para que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar, Dios sabe que podemos bajar los brazos, el desánimo tiene como fin reducir nuestras fuerzas, intentan hacernos decaer al nivel de abatimiento, para que experimentemos una sensación de no poder o querer seguir, ¡ten ánimo! no pierdas de vista el estímulo en el progreso de nuestra vida, Jesús. ¡Fija tus ojos en Cristo! El auto y consumador de la fe.
¡Dios te bendiga!