“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7.
¿Sabías que entre todas aquellas cosas que Él hizo, ¡el hecho culminante de su obra! fue el hombre y la mujer? Siendo formados del polvo de la tierra, con sus manos.
Él nos hizo con una belleza interior que tiene que ver con el potencial de Dios, con capacidades y habilidades únicas, en el caso de la primera pareja, potencial que solo podrían desarrollar, después de haber recibido el aliento de vida en su nariz; debo agregar que los hizo con una hermosa apariencia, que aún se manifiesta en nuestras vidas como una señal poderosa de los planes y propósitos de Dios. En Ezequiel 16:14 “Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor.” Dios dijo a Israel: tu hermosura era perfecta a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti. Que poderoso antídoto para aquellos que luchan con complejos en su vida, que el enemigo usa para encerrarnos, limitándonos con mentiras como la timidez, inseguridad, vergüenza, distintas formas de cautividad que nos llevan a luchar con la falta de aceptación en nosotros mismos.
Hoy puedo animarte con toda seguridad, que de la misma manera que Dios salió a mi encuentro y me habló, por su palabra fui sano y me hizo libre; no importa cual sea el complejo podemos hacer una lista enorme, pero Dios restaura algo original, la belleza y hermosura que reflejan la imagen del imagen del Señor; considera el valor de de estas palabras; Salmos 119:73 “Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos”. ¡Hazme entender!, esa fue mi oración en mi juventud, su palabra viva actuó, me sanó y me hizo libre.
Es asombroso su poder, en el principio fueron sus manos las que obraron, hoy obra a través de su palabra, Él nos moldea de tal manera para que sepamos que nos hizo únicos e irreemplazables.
¡Dios te bendiga!