Skip to main content

El final de un año siempre nos invita a reflexionar sobre lo vivido y mirar con expectativa lo que está por venir. Cada momento, cada victoria y cada prueba forman parte de una obra mayor que Dios está llevando a cabo en nuestras vidas. Como declaró Samuel en 1 Samuel 7:12, podemos decir con gratitud: “Hasta aquí nos ayudó Jehová”.

Este año que termina puede haber sido para algunos un tiempo de grandes desafíos, tal vez marcado por pérdidas, cansancio o incertidumbre. Para otros, quizás fue un año de logros, respuestas a oraciones y nuevas oportunidades. Pero algo es seguro: en cada paso, Dios estuvo presente, fiel y obrando Su propósito en nosotros.

Recordando Su fidelidad

Dios no solo está interesado en nuestros planes, sino que tiene un propósito eterno y perfecto que está más allá de lo que podemos imaginar. En Filipenses 1:6 leemos: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Esta promesa nos asegura que Él sigue moldeando nuestras vidas, incluso cuando no entendemos completamente lo que sucede.

A lo largo de este año, quizás hemos enfrentado situaciones que nos hicieron perder de vista Su dirección. Como el pueblo de Israel, a veces ponemos otras cosas en el lugar de Dios: nuestras preocupaciones, afanes, deseos o incluso nuestras propias fuerzas. Pero hoy, al cerrar este año, tenemos la oportunidad de derribar esos “baales” que ocupan el primer lugar en nuestras vidas y volver nuestra mirada a Cristo.

Extendiendo nuestra fe hacia lo que viene

El nuevo año nos brinda la oportunidad de renovar nuestra confianza en Dios. Así como el pueblo de Israel puso una piedra y la llamó Ebenezer, reconociendo la ayuda de Dios, también nosotros podemos reconocer esa “piedra de ayuda” en nuestras vidas. Jesús es esa roca firme, nuestra piedra angular, quien sostiene y dirige todo.

En Mateo 6:33 se nos anima a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, confiando en que todo lo demás será añadido. Este es un recordatorio para que en este año que comienza no nos dejemos atrapar por los afanes o preocupaciones, sino que mantengamos nuestra fe firme en el Señor, sabiendo que Él proveerá en cada necesidad. David declara en el Salmo 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí;” no se trata de mis planes y deseos, sino de la obra perfecta que el está haciendo en mi vida.

Tenemos una esperanza viva

Tenemos una esperanza que no avergüenza, una esperanza viva a través de Jesucristo. Esa esperanza nos permite avanzar con valentía, sabiendo que Dios es fiel para cumplir Su palabra. Como Abraham, quien creyó en esperanza contra esperanza (Romanos 4:18), somos llamados a confiar en que Dios es poderoso para hacer todo lo que ha prometido.

Declaremos su fidelidad

Este Año Nuevo, levantemos nuestras voces como iglesia para declarar: “Hasta aquí nos ayudó Jehová”. Que esta afirmación sea nuestro punto de partida para lo que viene, sabiendo que Dios seguirá obrando en nuestras vidas, cumpliendo Su propósito en nosotros y derramando Su gracia sobre nuestra familia, iglesia y ciudad.

Entremos en este nuevo año con corazones agradecidos y dispuestos a ser guiados por Su Espíritu. Que 2025 sea un tiempo de renovación, crecimiento y plenitud en Cristo.

¡Feliz Año Nuevo! Sigamos avanzando juntos, firmes en la fe y confiados en Su fidelidad.

Leave a Reply